Olga

mayo 5, 2020 0 Por fjcristofol

Es la primera vez que escribo en otro periódico sobre ti. Han sido muchos años escribiéndote cada vez que llegaba el mes de mayo y ahora que he cambiado el verde por el rojo de la cabecera no puede ser menos. A quienes no conozcáis a Olga Muñoz, os la presento. Olga fue una periodista que falleció el 8 de mayo de 2012, cuando se fue nos dejó a todos tocados, nos sumió en una tristeza inusitada, inusitada porque cuando estábamos trabajando en algo triste, ella era capaz de poner la nota de color, de humor, de alegría. Olga sobrevivió a una crisis en los medios luchando y manteniéndose como si nada fuera con ella. Ya ves, se fue con 33 años y muchos amigos en la profesión.

La de Olga es una sonrisa recordada, todos coincidimos en hablar de su constante sonrisa. Pero no era una sonrisa falsa, vacía o sin sentido. La sonrisa de Olga era una sonrisa con un tamiz cultureta de lo más necesario. Hablar con Olga era saber cuando empezar, pero no cuando terminar. En los años de Olga en la televisión, Rosa Díez era lo más en la esfera política y Ciudadanos era una anécdota. Eran los años en los que las series había que verlas pirateando y descargando de sabe Dios qué web. Olga, hoy, sería una de esas seriéfilas que cada semana traería una extraña novedad.

Este año, por la mierda de situación que estamos viviendo, tampoco he podido tener ese rato de conexión con el pasado. Este curso no he podido ver a tu madre por Gamarra. Creo que no la veo desde la Semana Santa del año pasado. Las cosas del cole. Cada vez que llega mayo no hace falta recordarme que tengo pendiente escribirte, pero es cierto que este año hay poca cosa así interesante que contarte. Llevamos demasiados días metidos en casa y si hubieras estado en la tele habrías estado trabajando 24 horas metida en la redacción sacando temas de donde no los había. Mira que está jodida la cosa, pues ahí están las teles locales haciendo sus cosa. Ya te digo, no te imagino quita en estos dos meses que llevamos metidos en casa, seguro que habrías inventado algo para darte vidilla y seguir enseñando que hasta en las peores hay sitios de donde sacar un rato de alegría. Otro año, Olga, y aquí seguimos…

Publicado en Andalucía Información