Las redes sociales en la empresa: cuatro beneficios para la comunicación interna
Publicado en El Economista
¿Qué lugar debe ocupar la comunicación interna en cualquier organización? Cualquiera con una mínima experiencia empresarial responderá que debe estar entre las preferencias de la dirección: un empleado bien informado y alineado con la promesa de mi marca debe ser un empleado feliz.
Sin embargo, ante esa fácil respuesta a una no menos fácil pregunta se abre un interrogante mucho más importante: ¿qué lugar ocupa realmente la comunicación interna en las organizaciones? No está bien generalizar, pero podemos convenir que en la mayor parte de las empresas, la comunicación interna sigue siendo una asignatura pendiente.
No son pocas las organizaciones que están apostando por implementar en su seno Office365, la herramienta online de Microsoft. Dentro de una gran cantidad de beneficios -licencias para distintos dispositivos en el clásico paquete Office, espacio en OneDrive y SharePoint, facilidad para compartir contenidos, etc.- hay una funcionalidad por explorar y explotar: Yammer, la red social profesional de Microsoft pero, ¿qué nos puede aportar esta herramienta?
Según el estudio Powercrowd: Enterprise Social Networking in Professional Service Work: A Case Study of Yammer at Deloitte Australia de la Universidad de Sidney, destacaremos cuatro beneficios principales:
Aportan información valiosa. Dado que Yammer es un lugar en el que compartir información por parte de todos los miembros de la organización, es un espacio en el que se enriquece cada punto de vista. «compartir información es la base de la serendipia».
Crean nuevo conocimiento. Yammer permite realizar sesiones online de tormenta de ideas y puestas en común, es decir: supone el caldo de cultivo para que nazcan ideas basadas en el crowdsourcing, la unión de muchas cabezas pensando en torno a un objetivo común.
Aprovechan el conocimiento ya existente en la organización. La posibilidad de plantear problemas a resolver en el seno de la organización nos permite conocer y reconocer a expertos en facetas en las que -si la empresa no les da voz- no se involucrarían.
Construyen un tejido social interno. Compartir conocimiento implica crear un contexto social mayor que el del día a día en la oficina. Se construyen relaciones interpersonales basadas en el beneficio general de la organización.
En definitiva, el uso de las redes sociales en la empresa implica una mayor efectividad y una optimización mayor de las personas que trabajan con unos intereses comunes. Un empleado implicado en la consecución de los objetivos trabajará mucho más a gusto que un empleado que se siente desoído por su organización. Hoy hablamos de Yammer, pero… ¿qué pasa con las redes sociales convencionales?