Dreucol

diciembre 17, 2019 0 Por fjcristofol

En los días de luces, el centro de Málaga es un entorno sobrepasado por las circunstancias. La ciudad se paraliza porque no le queda más remedio, porque no tiene capacidad de dar un paso si no es pisoteando callos de forasteros y locales que están más pendientes de que no se les acabe la batería del móvil para hacer un directo de Instagram que de darse cuenta de lo que tienen alrededor. El centro entra en muerte cerebral tres veces al día. Como el que corre un maratón sin entrenar, a Málaga le puede dar un infarto por sobreesfuerzo.

Pero es en mitad de este tiempo de luz y de color en el que muchos malagueños están descubriendo la obra de un artista urbano que lleva años adornando recónditos lugares de la ciudad. Es Dreucol, un tipo que pinta paredes y con el que tengo una relación de profunda admiración desde el desconocimiento. Dreucol me lleva haciendo pensar desde que, cuando yo vivía en calle Juan de Padilla, salía cada día a la calle viendo a ese hombre calvo y barbudo saliendo de la caja. Ahora, en las callejuelas que recorren en paralelo calle Carretería, Dreucol ha encontrado un espacio en el que desarrollar más murales. Mensajes sencillos y profundos; pero no profundos tipo Boa Mistura o Mr Wonderful, sino profundos en la crítica a la realidad de la ciudad.

No sé si tú conoces a Dreucol, pero te animo a pasear con los ojos abiertos para conocer la obra de un artista que busca rincones malheridos por la dejadez y los cura, los convierte en arte y los devuelve a la vida. Paredes que hacen reflexionar, que presentan una ciudad que vive y muere por el turismo o realidades paralelas, como mapas conceptuales de un centro plagado de guiris, borrachos y parejas que discuten. Dreucol es, sencillamente, un artista urbano que utiliza espacios que darían vergüenza de no ser porque contienen obras de arte efímeras y pasajeras. Como todo en Málaga, efímero y pasajero como nuestra personalidad. A Dreucol le deseo larga vida, creatividad y que su obra siga creciendo para hacernos pensar como ciudad, con conciencia de verdadera ciudadanía, no de personajes de una ciudad de mentira construida de cartón piedra para presentarse como un decorado de película de sobremesa.

Publicado en vivamalaga.net