Conforama, tenemos que hablar

Mirad, por si algún día me leéis. Vuestra política de comunicación es una basura. Todos sabemos que estamos viviendo una pandemia mundial, por eso estamos mucho más receptivos a entender la problemática que tenéis las empresas.
El problema, y es aquí donde quiero que entendáis a qué me refiero, es vuestra lamentable política de comunicación que, en términos académicos, podríamos calificar como la táctica del avestruz ante las crisis.
La primera pregunta es: ¿Para qué estáis en redes sociales si no realizáis ningún servicio? Según muchos estudios, es contraproducente y negativo para la reputación de la marca. Desde ese punto de vista, vuestro trabajo es el peor posible. Estáis depreciando y despreciando vuestra propia marca.
La segunda pregunta es: ¿por qué proponéis soluciones que no cumplís? El 1 de septiembre me confirmaron que ese mismo día habíais pasado los datos a tienda para que me contactasen. 22 días después no he recibido ninguna llamada, es más: en la tienda, 21 días después, no tenían ninguna notificación. Si «los mercados son conversaciones», vuestra praxis es vergonzosa y contraria al mercado. Sois una organización sin ninguna orientación al cliente y, como sabéis, esas organizaciones suelen ser eliminadas del mercado.
Sé que no soy el único, pero estoy haciendo ruido. Estoy haciendo ruido y siendo crítico con una marca en la que he confiado anteriormente y, a fe, nunca más volveré. Menos aún cuando he comprobado que la competencia (Ikea, como gigante, o Sueñoszzz.com como pequeña) hace un trabajo mucho mejor que el vuestro en comunicación.
Si el día 1 de septiembre hubiera recibido esa llamada diciéndome: «Mira, Fran, que te olvides del sofá, por lo menos, hasta octubre». Pues me relajo y tomo una decisión: lo tomo o lo dejo. Pero el silencio de una marca multinacional como esta sólo denota desinterés por el consumidor y un desprecio absoluto por el mercado.