Aquí no hablo de coronavirus

marzo 31, 2020 0 Por fjcristofol

Las agrupaciones y consejos de hermandades de Andalucía están en una curiosa tesitura ante la que ningún colectivo pensaba que podría enfrentarse. Devolver -o no- el dinero de los abonos de los palcos y tribunas de Semana Santa. Los usuarios, en un buen número, están optando por exigir que el importe les sea devuelto dada la complejidad de la situación económica que se prevé. Tiene sentido esta petición, ya que en muchos lugares no se ha realizado ningún gasto de colocación de palquillos y sillas, ni de contratación de personal de seguridad y acomodadores. Que estas organizaciones se quedaran con el 100% del montante de los abonos sería algo imposible de entender.

Hay un personaje de comportamiento frustrante en estos momentos de crisis y aburrimiento que vivimos. El lamentable pelotillero del jefe, el que pasa la manita por el lomo y defiende lo indefendible y aprovecha para sacar beneficio personal arrimando el ascua a la sardina del que maneja el cotarro. Existen estos personajillos en el mundo de las cofradías que sólo piensan en sí, como estrategas cutres para mantenerse sentados a la derecha del preboste de turno y hacer gracietas de bufón. Son perniciosos para quien está en el poder. Haciendo mía la comparación del portal cofrade malagueño El Cabildo, el rey necesita que alguien le diga que está desnudo. Y estos personajes sólo loan las ricas vestimentas para no parecer tontos.

Se presentan tiempos impensados para las hermandades, ya que de los ingresos de los consejos y agrupaciones depende buena parte de su presupuesto. Está claro que si se para la rueda de la economía cofrade muchos artesanos perderán un buen pellizco de sus ingresos, o las bandas perderán más del 75% de sus ingresos anuales. No es poca cosa y no puede tomarse a la ligera. Hay mucho que pensar y para eso habrá que tener la mente despejada cuando pasen los días difíciles.

En definitiva, tenemos un escenario curioso. En Sevilla, el Consejo de Hermandades y Cofradías ya ha dejado más que claro que la decisión de qué hacer con el dinero de los palquillos será colegiada en la reunión de todas las hermandades. Tiene sentido. Sin embargo, otros consejos y agrupaciones han llamado a equívoco con la gestión de una crisis que, por inesperada, no justifica una nefasta comunicación. Es el momento de estar a la altura, pero no se puede pedir visión de conjunto a quien siempre fue un miope y, además, se jactó de ello.

Publicado en vivamalaga.net